¿UNA NOTA, UN FUTURO DETERMINADO?

En el colegio o instituto todos hemos soñado alguna vez con ser el alumno o alumna con mejores notas de la clase. Ya sea para recibir las felicitaciones de nuestro profesor, recompensas por parte de nuestros padres o porque creemos que así tendremos asegurado un futuro brillante. Pero esto último no tiene porque ser así. Un diez en un examen no significa que seas más inteligente que la persona que ha sacado un cinco.

Nuestro sistema educativo no está diseñado para que se produzca un aprendizaje adecuado a cada alumno, sino que es el mismo para todos, sin importar el tipo de inteligencia que posee, sus cualidades, incluso a veces no se aprenden contenidos que nos sirvan en la vida real.

El motivo por el que la mayoría de estudiantes no consigue elevadas calificaciones o incluso abandonan su escolarización es la gran diferencia que hay entre la escuela y la vida real. 

Nos evalúan de unos contenidos que tenemos que aprender de memoria, y hacen que dejemos de desarrollar capacidades como la creatividad, resolución de problemas o la imaginación entre muchas otras.

De este modo las mejores calificaciones las tendrán los alumnos que tengan una mayor capacidad para memorizar y no los que sean capaces de aplicar su conocimiento crítico, de resolución de problemas o cualquier proceso de razonamiento que indique cómo de eficiente ha sido su aprendizaje.

Así que ya sabes, si no eres un "alumno sobresaliente" probablemente tengas un futuro mejor que el de los que si lo son.